3.1 Fundamentación pedagógica

La forma más frecuente de llevar a cabo estos proyectos telemáticos es siguiendo el modelo de aprendizaje colaborativo. Este tipo de aprendizaje se está desarrollando en los centros educativos y la mayoría de los docentes conocen perfectamente sus ventajas y sus dificultades.

La metodología de trabajo de los alumnos como grupo colaborativo, permitirá enriquecer las relaciones personales de las personas participantes y reforzará las posibilidades de aprendizaje de los menos favorecidos. Entre otros modelos relataremos la que nos proponen Piñero A.y Vives N., (2001): Unid.4, según estos autores de larga experiencia en este tipo de proyectos, se deben formar grupos de cuatro alumnos cuyas funciones serían las siguientes:

 FACILITADOR: Ayuda al resto del grupo a la comprensión de la actividad, modera las discusiones pero no es líder.

COMUNICADOR: Pregunta y pide orientación al profesor, contacta con los otros comunicadores, es el portavoz del grupo, informa al grupo de los mensajes recibidos y envía los mensajes generados por el grupo.

MATERIALES: Organiza la limpieza y el orden del material, realiza una lista del material necesario para realizar cualquier actividad, es el responsable de buscar y devolver el material utilizado y busaca las fuentes de información.

SECRETARIO: Toma nota de los datos que se obtienen de las discusiones u observaciones del grupo, realiza informes o resúmenes utilizando los programas convenientes y colabora con el comunicador en el envío o recepción de mensajes.

 En un centro de Educación Secundaria Obligatoria existe una gran diversidad de alumnos y es quizás en el Área de Lengua Extranjera donde esta diversidad es más evidente. En nuestras aulas se encuentran alumnos procedentes de otros países que no han estudiado previamente esa lengua extranjera y alumnos que asisten periódicamente a centros específicos de enseñanza de idiomas que tienen un nivel muy superior al que se exige en la enseñanza obligatoria. Entre ellos, todos los niveles son posibles. Es pues una ardua tarea conseguir adaptar las actividades del profesorado de idiomas a unos niveles tan variados. Los proyectos telemáticos nos permiten distribuir la funciones de los distintos alumnos de modo que se adapten al nivel de competencias y habilidades de los diferentes alumnos.

También es importante considerar que “los proyectos telemáticos favorecen una acercamiento a realidades culturales distintas, lo que les lleva al estudio de contenidos culturales, creando situaciones de aprendizaje caracterizadas por su significatividad y funcionalidad” Guitert M. (1996) . Todo ello fomenta que cada estudiante pueda "aprender a aprender". Es decir, que sea "capaz de realizar aprendizajes significativos por sí solo en una amplia gama de situaciones y circunstancias" (Coll, 1986).

La incorporación de España en la Unión Europea, la implantación de una moneda única, etc. hacen que sea cada vez más necesario aportar a los alumnos una visión cada vez más amplia creando en ellos la conciencia de pertenecer a una Europa unida.